La flexibilidad y la movilidad de tus articulaciones es vital para aumentar tu calidad de vida, evitar contracturas, mantener tus articulaciones jóvenes y activas, disminuir el riesgo de lesiones y facilitar el correcto funcionamiento de los órganos vitales.
Si tienes poca flexibilidad, no te preocupes… ¡Es cuestión de práctica!